LA INTERLIGAS Y LA DISPARIDAD
ECOS DE LOS EMPARRILLADOS.Por Joaquín Aguirre Peña “Fedor”
FUE TODO PARA CARNEROS.- LA INTERLIGAS Y LA DISPARIDAD.
La débil flama de la esperanza que aún conservaba el Rebaño Zapopano, amigos aficionados, se diluyó ante los poderosos cuernos de sus congéneres los Borregos Salvajes del CCM los cuales salieron victoriosos por 20-3 en el encuentro de semifinales de la semana pasada y que, por lo tanto, se medirán el próximo fin de semana con los otros finalistas, los Jets de Balbuena quienes han tenido una magnífica temporada y que, como dijimos al principio de la misma, cargan mucha turbosina en sus motores.El encuentro promete muchas emociones por la calidad de ambas escuadras. Por lo que se refiere a Carneros, ya se sospechaba desde antes que no tenían nada qué hacer frente a los cimarrones capitalinos. Empero, la liga a huevo les endilgó un viaje oneroso e infructuoso. Costear un viaje a treinta o cuarenta chavos, a los coaches y managers a la ciudad de México y gastar, además, en viáticos, no es cualquier baba de perico y solamente que los papás de los chavos tengan mucha lana se explica lo anterior. Nos parece que en muchos casos las semifinales deben eliminarse y que jueguen únicamente la final los dos equipos mejor posicionados en la tabla de posiciones. La neta, como decía mi abuelita: “No está la Magdalena para tafetanes.” Pero en fin, allá ellos.
LA INTERLIGAS Y LA DISPARIDAD.- Amigos aficionados, dicen por ahí que “el que mucho abarca, poco aprieta” y esta frase nos viene a la mente por que, creemos, es lo que está pasando con la Interligas que en su afán de unir al futbol americano de nuestro país (esfuerzo muy loable que reconocemos) organiza torneos en los cuales se advierte la disparidad entre los equipos participantes. Fusión de ligas que trae como consecuencia, según Monlock, un mazacote tiburonesco de equipos en los cuales los más grandes se tragan a los chicos. Ciertamente estamos de acuerdo en que, en cualquier liga, existen conjuntos fuertes y débiles. En pocas palabras, la disparidad no se podrá quitar nunca; pero, al menos se podría tratar de ser más selectivos organizando grupos con los grandes, los medianos y los chicos. Podrían, incluso, establecer el ascenso y el descenso para obligar a los dos últimos a superarse y subir a la categoría de grandes. Algo así como se estilaba en la Onefa de otros años con el Grupo de los Diez Grandes (después fueron Doce) y la Conferencia Nacional (conocida como la División de Ascenso). Recomendaríamos seleccionar mejor a los equipos y evitar las tremendas felpas que en lugar de animar, desaniman a los chamacos y a los papás y mamás, deteriorando la economía familiar.. Por hoy eso es todo. Abur les dice Fedor.